Pinar
COL·LABORADORS

Disposats a tot pels seus fills i filles

Pinar
FORTS

Entrega total en tot moment

Pinar
INCONDICIONALS

Recolzant tota iniciativa

"Sabemos muy bien, que ustedes son los primeros formadores de sus hijos. Lo que pretendemos, en verdad, es prestarles una colaboración eficaz en todos los ámbitos que la formación humana y la educación literaria y científica requieren."
(Madre María de Jesús Velarde. C.C. PM/06)

Pinar

"…nos sentimos unidos todos, movidos por un mismo afán: hacer de sus hijos futuros ciudadanos, de la ciudad terrena y de la Ciudad eterna, capaces de ser felices en esta vida temporal y en la Vida no perecedera."

(Madre María de Jesús Velarde. C.C. PM/08)

Pinar

Agraïm la seva confiança en el suport per a la formació dels seus fills i filles.

 

Pinar

Somos Álvaro y Natalia y tenemos 8 hijos. Vivíamos en Huesca. Hace 2 años, conversando con unos amigos de Barcelona supimos lo importante que era para su familia el Colegio del Pinar, por lo cristiano y bueno que era y por el buen ambiente que tenía. Bajamos mi esposa y yo a Barcelona para hacer unas gestiones y nos quedaron libres un par de horas la mañana que regresábamos a Huesca. “¿Intentamos ver el colegio aquél del que nos hablaron (El Pinar)?”. Llamamos. Nos pasaron con la Madre. Nos recibía encantada.

En la sala de visitas, con la Madre Mª Altamira y la Hermana Alianza Mª, cayó un cubo de Espíritu Santo. Qué gozada. ¡Qué emocionante! Compartimos sobre Jesús, sobre su belleza, su gloria, su deidad, su señorío, su ternura… De cómo había transformado nuestras vidas, de cómo nos sostenía, inspiraba e incendiaba y de lo maravilloso que es ser y vivir como hijos de Dios, de la altísima esperanza cristiana y del profundo y saciante sentido cristiano de la vida para Dios y para el prójimo.

En un momento dado, la madre dijo (palabras aproximadas, lo escribo como lo recuerdo): “Nosotras, quizás, podríamos encargar la limpieza y el servicio de cocina a alguien externo, pero lo hacemos nosotras mismas, porque hemos recibido de Dios, como una gracia y un privilegio, el dar nuestras vidas por las de los niños”.
¡Guau! La suerte de nuestra familia estaba echada. No nos hizo falta mirar las instalaciones del colegio, ni el plan educativo, ni nada más.

Después de 2 años en el Pinar, cuántas anécdotas podríamos explicar sobre las hermanas y de cómo han ayudado e inspirado a cada uno de nuestros hijos en esto y en aquello, con paciencia y amor cristianos (en alguna ocasión, de forma heroica). Impresiona, especialmente, cómo rezan individualmente por cada niño. La calidad de la enseñanza es excelente. Gracias a Dios y a María por el Pinar.

Maravilloso oasis cristiano en medio de este desierto que estamos viviendo.
Gloria para Jesús y para el cristianismo.

Familia Saurina