ÁMBITO DE MORAL Y DE CONVIVENCIA - Educar en el BIEN

    El Colegio es un Centro de promoción cultural y social del entorno en el que el alumno vive. El clima comunitario del Colegio reproduce, en lo posible, el ambiente íntimo y acogedor de la familia.

    Nuestro diálogo escuela-entorno nos urge a renovar nuestra acción educativa de acuerdo con las exigencias de nuestro tiempo y en coherencia con la fe cristiana que profesamos.

    Nuestro Centro se organiza de acuerdo con su Ideario y con la Legislación vigente.

    El Centro promueve la responsabilidad personal y colectiva. Se promocionará el respeto a los derechos de la persona desde su concepción hasta su muerte, en favor de una sociedad más justa y fraterna.

    Buscamos la participación de todos, según las propias posibilidades y competencias, para el enriquecimiento común. El compartir unos mismos criterios educativos garantiza la unidad y coherencia de la Comunidad Educativa y la corresponsabilidad de las Hermanas que la formamos.

    Educamos en la formación de valores éticos, como la honestidad personal, la sinceridad, la responsabilidad en el trabajo y la participación en el quehacer educativo.

    Contribuimos a formar la conciencia del alumno para que pueda juzgar rectamente y no quedar sometido a las posibles influencias negativas del ambiente.

    Cultivamos la educación moral de los alumnos en la TRIPLE DIMENSIÓN: Personal, Comunitaria y Social. Esta educación moral, enraizada en el Evangelio, se orientará a la construcción de una sociedad cristiana.

    A través de la dimensión personal, comunitaria y social: educar la cultura cristiana de tradición popular española y la propia del entorno del Centro, fomentando actitudes sinceras de vivirla con respeto, amor y participación personal, como patrimonio cristiano-cultural, rico en valores.

ÁMBITO DE LA DIMENSIÓN RELIGIOSA - Educar en la FE

    Realizamos la educación de los alumnos en un ambiente de piedad y formación cristiana que les haga madurar en la fe.

    Incluimos la catequesis y la acción pastoral, la enseñanza religiosa, la práctica sacramental y la experiencia de la oración.

    Realizar la educación en la fe, a partir de la Comunidad Educativa, implica anunciar explícitamente el Mensaje salvador de Jesús sobre el Reino de Dios y procurar que este Reino se haga realidad en el propio Centro.

    Educamos, según el criterio cristiano, las diferentes manifestaciones de la cultura de nuestro tiempo, sin olvidar el patrimonio cultural del pasado.

    Respetando la autonomía y metodología propias de las diversas ciencias del saber humano, se ordena la cultura bajo un criterio cristiano. De este modo se logrará la unidad entre fe y cultura, y se preparará al estudiante para que, en el futuro, siga adquiriendo valores y conocimientos que pueda emplear en el servicio de Dios y del hombre.

    Fomentamos la dimensión mariana de nuestra fe, tan arraigada en nuestra tierra, que se traduce en manifestaciones externas hacia la Madre de Dios (Nuestra Señora del Sagrado Corazón). El fin formativo de esta devoción mariana es mantenerla, educarla y enriquecerla como un medio necesario en la Nueva Evangelización

ÁMBITO INTELECTUAL - Educar en la VERDAD

    En nuestros centros queremos:

  • Propiciar que cada alumno, como sujeto singular e irrepetible, alcance su perfección humana, cristiana e intelectual.
  • Crear un ambiente educativo, penetrado por el espíritu evangélico, que se manifieste en un estilo cristiano de pensamiento y de vida.
  • Proporcionar a todos los alumnos una educación común que haga posible la adquisición de los elementos básicos culturales, los aprendizajes relativos a la expresión oral, a la lectura, a la escritura y al cálculo aritmético, así como una progresiva autonomía de acción en su medio.
  • Pretender que el alumno llegue a ser dueño de sí mismo, libre y responsable. Facilitarle los medios necesarios para el desarrollo de su personalidad.
  • Estimular a los alumnos para que hagan opciones libres y responsables que les conduzcan a asumir una jerarquía de valores coherente con la fe cristiana. Las Hermanas encargadas de la formación, procuramos crear un clima educativo basado en estos valores y orientado hacia progresivos compromisos.
  • Potenciar en los educandos su capacidad de comprender y de expresarse creativamente en las distintas formas del lenguaje: verbal, escrito, expresión plástica y dinámica, lenguaje audiovisual, etc.
  • Desarrollar progresivamente un sano sentido crítico de los alumnos respecto a la realidad social, cultural y científica.
  • Preparar a los alumnos para hacer uso de la tecnología que caracteriza a los nuevos medios de comunicación, como un recurso más al servicio de la formación personal y de la construcción de la sociedad.

ÁMBITO PEDAGÓGICO - Educar en VALORES

    Nuestro Proyecto Educativo concretiza una metodología didáctica abierta y flexible, en fidelidad a los principios pedagógicos fundamentales y a su constante actualización. Fomentamos la educación personalizada que implica el respeto a las peculiaridades de cada educando en su ritmo de maduración.

    Los contenidos escolares se desarrollan en el trabajo del aula, orientados a conseguir "el aprender a aprender".

    Apreciamos un trabajo intelectual serio y procuramos que cada alumno, en su nivel, llegue al máximo rendimiento de sus posibilidades.

    Pretendemos la dimensión social del proceso educativo, favorecemos las diversas formas pedagógicas de trabajo en equipo y, con ello, la cooperación, la solidaridad, y la tolerancia.

    Desarrollamos en el niño las capacidades y competencias necesarias para su participación activa en la sociedad.

    Ayudamos a los alumnos a poder realizar aprendizajes significativos, a través de tareas planificadas que favorezcan la asimilación de los contenidos culturales.

    Usamos las metodologías más apropiadas para facilitar el desarrollo de los procesos enseñanza-aprendizaje.

    Planificamos la actividad pedagógica manteniendo el carácter globalizador de esta etapa e integrando conocimientos de los distintos campos del saber.

    Somos conscientes de que el educando es el principal protagonista de su propio crecimiento como persona. Dentro de la Comunidad Educativa, el alumno participa activamente en el funcionamiento de las estructuras escolares y se compromete en el bien común y en el ejercicio de sus deberes y derechos.

    Fomentamos la participación de los miembros de la Comunidad Educativa: Entidad Titular, Hermanas, Profesores, Personal no docente, alumnos y padres, según los diversos ámbitos y niveles. Los criterios que determinan la concreción de estos niveles y ámbitos de participación son: Coherencia con el Proyecto Educativo, corresponsabilidad, subsidiaridad y representatividad.

    Alentamos la corresponsabilidad de los padres, primeros educadores de sus hijos, para mantener los valores del Carácter Propio y del Proyecto Educativo del Centro en el que desean que sus hijos sean educados.

    Potenciamos el uso formativo del tiempo libre, la práctica del deporte, etc.